Cómo el ángel que empujaron de un avión...

Es increíble como el tiempo pasa, la gente pasa, las situaciones pasan y ... NADA. A veces todo eso y mucho más pasa, pasa de largo y uno termina sintiendo que no pasa nada.
Porque antes te movilizaban cosas que te hacían cambiar la cara,poner una sonrisa donde antes no estaba.Porque eras alguien que hoy no sos,pero estas.
Es verdad que no todo siempre puede ser como uno quiere que sea, pero al fin y al cabo,siempre vamos a querer que las cosas sean ....no sé, ¿lindas?.Pintorescas tal vez. Que podamos tapar el Sol con un dedo si así lo quisieramos y que volvamos a empezar siempre que se nos ocurra.
Y no tener que correr para que lo anterior no nos alcanza, por más que lo hayamos "olvidado",porque aunque uno VERDADERA Y HONESTAMENTE LO CREA siempre está ahí mirando desde lo más recóndito.
Sin embargo, cuando las cosas pasan.Además del tiempo, la gente, las situaciones y las ganas de que pasen las cosas que pasan, también es increíble las cosas que quedan.Las cosas que uno disfruta que quedan, y que con una sonrisa disfruta y dice:-"Menos mal que esto NO pasó, y está acá."-.
Una pavada, una fotografía, una canción, una palabra, un gesto, un abrazo. Nada. Todo.Agua,tierra,aire,fuego. Lo que sea.
Pero está.Siempre algo está ahí para hacerte sentir más algo o alguien de lo que pensas que podes llegar a ser.
Para volver a respirar, para no ahogarte. Para salir a caminar con el paso firme, para decir:-"Acá estoy yo."-.
Jamás pasa de largo el momento en el que uno quiere salir a vivir la vida que uno tiene en la mano. Tarde o temprano, pero llega.
Es increíble, lo se.
Me gusta levantarme y desear buenos días.Me gusta autoeducarme todos los días para ser... no sé, alguien diferente a lo que no quiero ser, quizás.
Me gusta que me hayan enseñado cosas que aunque hoy  no suenen igual, perduren en el tiempo y me lleven de viaje hasta tiempos anteriores y volver a sentir esos aires de tranquilidad cuando las aprendía.
Siempre hay una clave, para sacar las cosas buenas.Yo creo que todos tenemos esa palabra que te desprende de la tierra y te levanta a seguir. Otros no, y sin embargo siguen vivos porque saben(aunque no firmemente) que pueden.
Yo se que no es LA canción más emotiva, pero hoy escuchar esta canción, con ESA voz, y esa letra me hizo pensar en todo esto. En realidad en mucho más, pero sólo comparto un poco. Tengo mi lado egoísta.

Cuando caiga la tarde, lo verás salir
arrastrando de casa el calor del hogar.
Cortará alguna flor, besará a su mujer,
perseguirá la estela de un comenta fugaz.
Y en la calle lo verás abrir la flor de su secreto.
Y empezará a soñar.
Quizá vaya al billar a mirar hombres y posturitas.
Quizá invente una cita
con un Adonis para él.

Ningún hombre lo amó.
A nadie reveló su pasión y los juegos,
el deseo clandestino.
No hubo cartas de amor,
no hubo día del orgullo.
No le devolverán los veranos perdidos.
Y Cernuda lo ve suspirar, triste, desde el Parnaso.
San Sebastián asaetado reza por tus pecados,
llora por ti, no olvida
al que sufre en silencio
a su oveja perdida.

Miran al cielo y piden un deseo:
contigo la noche más bella.
Amores imposibles
que escriben en canciones
el trazo de una estrella.
Cartas que nunca se envían.
Botellas que brillan
en el mar del olvido.
Nunca dejes de buscarme
la excusa más cobarde
es culpar al destino.

Cuando salga de clase, lo volverá a encontrar
en el lado salvaje, tras el humo del hash.
Él, dulce calavera. Él, corsario de barrio.
Ella, dulce muñeca. Ella, seria y formal.
Él no escucha el rumor de sus alas si pasa a su lado.
Pobre Blancanieves,
nuestro príncipe prefiere a la madrastra,
a la mala del cuento.
Él será la manzana
donde duerme el veneno.

Ella soñará un verso que él nunca escuchará.
Él no trepará sus trenzas una noche de invierno.
Ella soñará un viaje y no habrá despedidas.
Ni canciones de amor, ni Capuleto y Montesco.
Crecerán y en la espuma del tiempo
se deshacen sus sueños.
No quedará ni un recuerdo,
ni en la noche un lamento.
Quizá una leve herida
que lavará el olvido
o el agua de la clepsidra 2.

Caminando hacia el sur, tomando la autopista,
han abierto un garito, muy cerquita del pueblo,
donde huríes 3 desnudas venidas de cien mundos
celebran cada noche catorce de febrero.
Y en la aldea un hombre suspira si el neón se ilumina.
No tuvo Eva este Adán,
no hubo asiento de atrás,
ni caricias, ni cartas perfumadas,
no hubo cita en el parque.
No hubo chicas de Plan 4.

Cuando caiga la noche lo verás entrar
como cada domingo aseado y puntual.
La encontrará en la barra, como a un delfín varado
que ha perdido su estrella, que un día expulsó el mar.
Ella escucha y él, enamorado, desnuda sus miedos.
Entre el ruido, benjamines de champán
y otros delfines cobrando su rescate
a náufragos perdidos
sueña raptar a su amante.