Simplificalo IV

El resto de los días se tornaron muy monótonos.
Por eso me escapé.Le avisé que me escapaba y la razón por la cual lo hacía,asique no sería un ESCAPE con todas las letras,pero me agrada utilizar "THAT" termino.
Ignacio tenía mucho de lo que me importaba,me interesaba en un hombre.
Era culto,sencillo,humilde,modesto,bohemio.A veces tenía dejos de cursilería barata(y me gusta),y a veces tan solo quería dormir con alguien que lo acaricie.
Sabia de todo aquello que le preguntaras,incluso sobre lo que había hecho la Reina de Inglaterra ese mismo día las 15hs.Si no lo sabía,lo inventaba para vos.
Sin embargo,aunque me gustaba estar con mi nuevo amigo,no podía dejar de sentirme un tanto vacía.
No era él,no era ÉL,mejor dicho.
No era mi par,ni mi mitad,ni mi compañero,ni mi asesino.Era IGNACIO:el chico que conocí en San Telmo.Y punto.
Salí a caminar,sin rumbo(como siempre).
Entré a un kiosco donde compre chicles,chocolate y una gaseosa(cero calorias).
Cuando salí del kiosco me choqué a dos niños con guardapolvo,y antes de maldecirlos dije:-"Pueden ser tus hijos,Malena."-
PUEDEN SER TUS HIJOS DIJE.Me quería morir ahí mismo.Me vi madre,con dos hijos que me chocaban en la calle y...¿HIJOS?.
Esa palabra no está en mi diccionario.Al menos no ahora.
ASIQUE asi,tambaleante seguí caminando,chocandome a otras persona,como en efecto dominó.
Al llegar a la esquina,de la vereda de enfrente noté que alguien me miraba.Me hice la idiota,claro está,y mire al cielo.

Si,la tonta estrategia de miro al cielo y de repente...zas!,te agarré mirandome.
No funcionó,porque para cuando miré nadie me miraba, pero si había visto a mi "francotirador".
Me miró,lo miré y con la mirada me invitó a cruzar.
Para mis adentros dije:-"Es la semana de conocer EXTRAÑOS en la calle".

-Hola-le dije mirandolo a los ojos.
Me dió la mano.
Supuse que no hablaríamos.Me invitó a sentarme en el suelo con él,y ...nada más cambió ni nada,NADA fue igual.